En el rancho fue en donde el joven Marion aprendió a dominar con gran habilidad el arte ecuestre, pues acudía a todas partes montado en su caballo.
Tristemente, la aventura ranchera no le salió
bien a Clyde Morrison y éste regresó a sus quehaceres de boticario en la
ciudad de Glendale, en donde el mejor compañero de Marion, además de su
hermano Robert, fue su perro "Duke" (de ahí viene su apodo
aristocrático). Gran aficionado a los deportes, Marion era un buen jugador de fútbol americano y no descuidaba sus estudios. Después de terminar su etapa en el instituto, acudió a la Universidad de California del Sur en donde prosiguió su carrera deportiva y académica. Su fortaleza física (atlético y con una altura superior al 1’90) hizo que el popular actor de westerns Tom Mix se fijase en él y le propusiera actuar como especialista en una de sus películas. A Marion no le pareció mal la idea y se pasó por los estudios de Hollywood en donde trabajó para la Fox como chico para todo. |
Ford le consiguió sus primeros papeles de figurante en varias producciones (suyas o de otros), debutando en un papel no acreditado de una película dirigida por Jack Conway que llevaba el título de "Brown of Harvard" (1926).
Después de estos primeros pasos, lo primero que hizo Morrison cuando vio la oportunidad de asentarse como actor fue reconsiderar su nombre auténtico.
Lo de Marion Morrison no le parecía demasiado masculino. Pensó en Tony Morrison, pero tampoco le convenció, así que sus primeras apariciones acabaron acreditadas con el nombre de Duke Morrison. Poco después Ford le recomendó que cambiara lo de Morrison por Wayne. John Wayne fue el nombre adoptado definitivamente.
El primer papel protagonista para el Duque llegó de nuevo por mediación
de su amigo John Ford, quien le recomendó a Raoul Walsh para intervenir
en "La Gran Jornada" (1930). La película fue un fracaso comercial y Wayne regresó a las películas de serie B pero ahora ya como protagonista de innumerables westerns de escasa calidad. Tras intervenir en cuantiosas cintas del Oeste para diversas productoras, entre ellas Republic, Lone Star, Monogram o Vitagraph, Wayne contó con otra oportunidad para dejar atrás la serie B cuando Ford le requirió para protagonizar "La Diligencia" (1939), la película que hizo de John Wayne una superestrella, estrellato del que nunca se apeó y que le convirtió en un auténtico ídolo y referencia de conducta para muchos de sus compatriotas. |
Asimismo, su capacidad como intérprete fue mejorando progresivamente con el paso del tiempo gracias a las enseñanzas de dos de (entre otros) los más grandes maestros que haya conocido el cine: el citado Ford y Howard Hawks (por no hablar de Raoul Walsh, Henry Hathaway o William Wellman).
Algunas de sus películas más importantes de estas dos décadas fueron "Mando Siniestro" (1940) de Raoul Walsh, "Hombres Intrépidos" (1940) de John Ford, "Siete Pecadores" (1940) de Tay Garnett, "Piratas Del Mar Caribe" (1942) de Cecil B. De Mille, "La Patrulla Del Coronel Jackson" (1945) de Edward Dmytryk, "Nosotros Fuimos Los Sacrificados" (1945) de John Ford, "Sucedió En El Tren" (1946) de Mervyn LeRoy, "Tres Padrinos" (1948) de Ford, "Fort Apache" (1948) de Ford, "Río Rojo" (1948) de Howard Hawks, "Arenas Sangrientas" (1949) de Allan Dwan, "La Legión Invencible" (1949) de John Ford, "Río Grande" (1950) de nuevo con Ford, "Bullfighter And The Lady" (1951) de Budd Boetticher, "Infierno En Las Nubes" (1951) de Nicholas Ray, "El Hombre Tranquilo" (1952) de John Ford, "The High And The Mighty" (1954) de William Wellman, "Centauros Del Desierto" (1956) de John Ford, "Misión De Audaces" (1959) de Ford y "Rio Bravo" (1959) de Howard Hawks.
Wayne había diversificado sus funciones cinematográficas, ya que además
de actor se introdujo en tareas de producción con su compañía
Wayne-Felowes (que posteriormente se llamó Batjac y en la que se
encontraban sus hijos), y a partir de los 60 también dirigió dos
películas: "El Álamo" (1960) y "Boinas Verdes" (1968). Como actor y al margen de sus propias cintas, John Wayne brilló en las décadas de los 60 y 70 con "Alaska, Tierra De Oro" (1960) de Henry Hathaway, "Los Comancheros" (1961) de Michael Curtiz, "Hatari" (1962) de Howard Hawks, las superproducciones "La Conquista Del Oeste" (1962) y "El Día Más Largo" (1962), "El Hombre Que Mató a Liberty Valance" (1962) de Ford, "La Taberna Del Irlandés" (1963) de nuevo bajo las órdenes del gran John Ford, "Los Cuatro Hijos De Katie Elder" (1965) de Hathaway, "El Dorado" (1967) de Hawks, "Ataque Al Carro Blindado" (1967) de Burt Kennedy, "Valor De Ley" (1969) de Hathaway, "Río Lobo" (1970) de Hawks y su último y valioso trabajo cinematográfico, "El Último Pistolero" (1976) de Don Siegel. |
Wayne, que compartió créditos en varias ocasiones con Maureen O'Hara, contrajo matrimonio en tres ocasiones y siempre con mujeres de origen hispano (también tuvo romances varios, siendo el más sonado el llevado a cabo con Marlene Dietrich en sus años mozos).
La primera con Josephine Saenz, hija del cónsul de Panamá, en un enlace que duró desde 1933 hasta 1945. La segunda con la mexicana Esperanza Bauer, con quien se casó en el año 1946 para divorciarse en 1954, y la tercera y última con la peruana Pilar Palette, con quien estuvo casado desde 1954 hasta su muerte (aunque él mantenía una relación con su secretaria Pat Stacey).
Tuvo siete hijos, cuatro con Josephine: Michael (nacido en 1934), Mary Antonia (1936), Patrick (1939) y Melinda (1940), y tres con Pilar: Aissa (1956), John Ethan (1962) y Marisa (1966).
El fallecimiento de John Wayne se produjo a causa de cáncer el 11 de junio de 1979. El padecimiento del cáncer se achacó a su intervención en la película "El Conquistador De Mongolia" (1956), un film cuyo rodaje transcurrió en un espacio anteriormente utilizado para pruebas nucleares. El Duque tenía 72 años.
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