miércoles, 6 de junio de 2012

BILLY WILDER
(1906-2002)



Conocido principalmente por sus ácidas y corrosivas comedias, Billy Wilder también mostró su genialidad en todos los géneros que abordó, desde el cine negro, hasta el drama social, pasando por el suspense o la sátira hollywoodiense.
Maestro en la narración fílmica, en la construcción de tramas y situaciones, en la escritura de chispeantes e ingeniosos diálogos y en establecer una mirada cáustica al mundo que le rodeaba, Wilder permanece como uno de los personajes más talentosos que ha conocido la historia del cine.
Billy, cuyo nombre real era el de Samuel Wilder, nació en Sucha (Austria), el 22 de junio de 1906. Era hijo de Eugenia y Max Wilder, quien dirigía una cadena de cafeterías. Familiarmente fue llamado Billy desde niño a causa de su obsesión infantil con la figura de Buffalo Bill y el western, sintiendo predilección por las películas de Tom Mix y William S. Hart.
Tras concluir sus estudios secundarios, Wilder comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Viena, pero abandonó las clases de leyes para trabajar como redactor en varios periódicos austriacos y posteriormente como reportero en una publicación berlinesa.
Sería en Alemania y en el año 1929 cuando Billy Wilder comenzó a coquetear con el mundo del cine al escribir una buena cantidad de guiones para películas germanas, como "Der Teufelsreporter" (1929) o "Emil und die detektive" (1931). En esta primera etapa coincidió con personajes posteriormente importantes en el cine de Hollywood como Robert Siodmak, Fred Zinnemann o Edgar G. Ulmer.
La subida al poder del totalitarismo hitleriano en Alemania obligaría a Wilder, debido a su procedencia judía, a huir del país y asentarse en Francia, lugar en donde continuó trabajando como guionista y en donde dirigiría su primera película titulada "Curvas peligrosas" (1934).
Tras una breve estancia en el país galo, Wilder decidió dar el salto a los Estados Unidos, acompañado por otro exiliado germano, el actor Peter Lorre, con quien compartió apartamento californiano.

En 1933 adaptarían su guión de "Ihre Hoheit Befiehlt" (1931) llamándolo "Adorable". Fue la primera vez que un trabajo de Wilder sería realizado en Hollywood, aunque no fue Billy el encargado de guión para la película estadounidense, sino la pareja George Marion y Jane Storm.
La primera ocasión en la que escribió directamente un texto para un film americano fue para el musical "Music in the air" (1934).
Esta etapa como guionista alcanzó su mayor cúspide creativa cuando formó equipo con Charles Brackett, con el que inició su colaboración en la comedia de Ernst Lubitsch "La octava mujer de Barbazul" (1938). Lubitsch se convertiría en el autor más influyente en la carrera de Billy Wilder.
Los tres nombres más importantes para los que Brackett y Wilder trabajaron fueron Lubitsch, al que además de la citada "La octava mujer de Barbazul" le escribieron "Ninotchka" (1939); Mitchell Leisen, con el que colaboraron en deliciosas películas como "Medianoche" (1939), "Adelante, mi amor" (1940) o "Si no amaneciera" (1941), y Howard Hawks, con el que colaboraron en "Bola de fuego" (1941).
Por sus trabajos en "Ninotchka" (1939), "Si no amaneciera" (1941) y "Bola de fuego" (1941), Billy Wilder y Charles Brackett conseguirían ser nominados al premio Oscar. En “Bola de fuego”, ambos colaboraron con Thomas Monroe.
En 1942 Billy Wilder debutó en Hollywood como director con la comedia "El mayor y la menor", un film protagonizado por Ginger Rogers y Ray Milland que fue continuado durante los años 40 por obras maestras como "Perdición" (1944), una excepcional muestra de cine negro o "Días sin huella" (1945), soberbia descripción del problema del alcoholismo.

En 1936 Billy se había casado con Judith Coppicus, pero este matrimonio comenzó a desestabilizarse cuando Billy mantuvo romances con actrices como Doris Dawling o Hedy Lamarr. Finalmente se enamoró de la intérprete Audrey Young, a la que conoció mientras rodaba "Días sin huella". Tras el divorcio de Judith en 1946, Billy y Audrey se casarían en 1949.
La década de los 50 resultó extraordinaria para el realizador austriaco. Prácticamente todos sus títulos son imprescindibles para entender la capacidad como autor de Wilder, aunque las películas más redondas de este periodo son "El crepúsculo de los dioses" (1950), "Traidor en el infierno" (1953), "Testigo de cargo" (1957) y "Con faldas y a lo loco" (1959), sin olvidar cintas como "El gran carnaval" (1951) o "Sabrina" (1954).
En este decenio también cambiaría de colaborador en la escritura de guiones, compartiendo créditos por primera vez con I. A. L. Diamond en el film protagonizado por Gary Cooper, Audrey Hepburn y Maurice Chevalier "Ariane" (1957).

Su talento como director y guionista fue reconocido por sus colegas de profesión a lo largo de su carrera.
En los años 40 y 50, además de las nominaciones citadas anteriormente, Billy Wilder fue candidato al Oscar por "Perdición" (como director y guionista), "Días sin huella" (como director y guionista), "Berlin-Occidente" (como guionista), "El crepúsculo de los dioses" (como director y guionista), "Traidor en el infierno" (como director), "Sabrina" (como director y guionista), "Testigo de cargo" (como director) y "Con faldas y a lo loco" (como director y guionista). De todas estas nominaciones sacaría provecho en tres ocasiones, al lograr la estatuilla por "Días sin huella", tanto por su dirección como por su guión y por el texto de "Traidor en el infierno". Posteriormente este número de Oscars se aumentaría gracias a su primera y magistral película filmada en la década de los 60, "El apartamento", protagonizada por Jack Lemmon, uno de sus actores favoritos.
"El apartamento" (1960) se convirtió en uno de sus título más populares y en el más galardonado de su carrera, pues logró el premio a la mejor película, mejor dirección y mejor guión.
En los años posteriores el ritmo de producción de sus películas descendió pero la calidad de las mismas se mantuvo a gran nivel gracias a títulos (algunos de ellos muy infravalorados) como "Uno, dos, tres" (1961), "Irma, la dulce" (1963), "Bésame, tonto" (1964) y "En bandeja de plata" (1966). El guión de este último film le proporcionaría su última nominación a los Oscar.
Con el tiempo, Billy Wilder comenzó a cansarse del cine de la época y rara vez se sentaba en la silla de director. Cuando lo hacía sus películas no funcionaban como lo hacían en tiempos pasados. Aún así, títulos tan disfrutables como la atípica "La vida privada de Sherlock Holmes" (1970), "¿Qué ocurrió entre tu padre y mi madre?" (1972), "Primera plana" (1974) y "Fedora" (1978) merecen una justa revaluación.
Tras filmar su última película, "Aquí, un amigo" (1981), con la pareja Jack Lemmon y Walter Matthau, Billy Wilder decidió retirarse definitivamente del cine, dejando para el amante del séptimo arte una impresionante filmografía.
El 28 de marzo del año 2002 Billy Wilder falleció a la edad de 95 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario