(José Luis Cantero Rada;
Madrid, 1937 - 2007) Cantante español, uno de los más conspicuos
representantes de la copla. A lo largo de su carrera artística contó con
el afecto del público y destacó en el campo de la llamada canción
española.
José Luis Cantero nació en el madrileño barrio
de Las Ventas del Espíritu Santo, en el seno de una familia humilde que
llegó a la capital de España procedente de Buenache de Alarcón, en la
provincia de Cuenca. Ya desde pequeño prefería cantar que estudiar. De
hecho, prácticamente no fue a la escuela, y se dice que realmente
aprendió a leer y a escribir cuando prestó el servicio militar. A los
trece años de edad empezó a trabajar en un bar, ocupación que dejó al
cabo de poco tiempo para repartir fruta a domicilio. Después trabajó
como jardinero en Torrejón de Ardoz con uno de sus hermanos y, al volver
del servicio militar, como taxista.
El Fary
En su barrio era conocido desde muy joven como
El Farina de Las Ventas o El Farinilla de Las Ventas, ya que cantaba
imitando el modo de interpretar de uno de sus grandes ídolos, Rafael
Farina. De ahí surgió su sobrenombre, más tarde nombre artístico: El
Fary. Pero además de cantar como Rafael Farina, gustaba de emular a
otros grandes intérpretes de flamenco y de canción española, como Manolo
Caracol, Juanito Valderrama y Pepe Marchena.
En la década de 1960 participó en tantos
concursos radiofónicos como pudo y actuó en tantas fiestas locales como
le fue posible, pues soñaba con dedicarse a la canción y estaba decidido
a hacer realidad ese sueño. Fue entonces cuando tuvo una primera
oportunidad importante. Le llegó cierto día en Córdoba, en 1967, cuando
sustituyó a un cantaor que no podía actuar. El Fary cantó en su lugar.
Quiso la casualidad que entre el público se hallara uno de sus cantantes
más admirados, Antonio Molina, quien lo fichó para que participara en
una gira.
Después, y gracias a la ayuda de algunos amigos y
a sus propios ahorros, El Fary logró reunir las 80.000 pesetas que
necesitaba para grabar un disco. Y fue así como en 1969 apareció Tres maletillas,
disco del cual se hicieron 500 copias que el propio artista se encargó
de vender en el Rastro de Madrid. En ese disco, El Fary se presentaba
como el sucesor de Manolo Escobar, con un repertorio compuesto de
bulerías y fandangos, y, de hecho, son muchos quienes consideran al
cantante madrileño sucesor del popular intérprete de Mi carro. El
Fary, que nació muy cerca de la plaza de toros de Las Ventas, estaba
convencido que de no haberse dedicado a la canción hubiera sido torero.
En la década de 1970 empezó realmente su carrera
como cantante de copla, pero por entonces el género conoció una cierta
crisis que propició que El Fary se decantara por la música pop sin por
ello perder del todo sus raíces. Así fue como inició su colaboración con
diversos músicos y productores que modernizaron su estilo y depuraron
sus maneras interpretativas, entre ellos Manuel Gas, Eddy Guerin y José
Luis de Carlos, nombres señeros de la música pop española de la época.
Se perfilaba un tipo de canción conocida como copla pop cuya figura más
destacada sería, precisamente, El Fary.
Su primer elepé fue Ritmo caló (1975), al que siguió Soy gitanillo
(1977), pero su carrera como cantante se consolidó en la década de
1980, cuando se convirtió en una figura realmente popular, en parte
debido a sus primeras actuaciones en televisión y también gracias a las
ventas de sus grabaciones, sobre todo en formato casete en las
gasolineras y en los mercadillos.
En 1996 El Fary intervino como actor en una serie de televisión concebida a su medida: Menudo es mi padre.
En ella interpretaba a un taxista que mantiene a una familia humilde.
Incluso el título de la serie hace referencia a la propia estatura y al
carácter del cantante.
Poco tiempo después, el actor y director de cine Santiago Segura recurrió a él para que grabara el tema principal de Torrente, el brazo tonto de la ley (1998); la canción, titulada Apatrullando la ciudad, se hizo muy popular. En Torrente 3: El protector
(2005), la tercera entrega de la serie de películas de Santiago Segura
que tiene como protagonista al personaje de Torrente, El Fary apareció
en otro papel hecho a su medida y en el que se interpretaba a sí mismo.
El Fary en una actuación televisiva
Vendió miles de discos y fue autor de la letra e
incluso de la música de algunas de sus canciones, cuyos temas extraía
de su entorno más inmediato, de la vida en los barrios de la gran
ciudad. Su último disco, Ese Fary, fue publicado en 2003, y de
los once temas de que consta, siete se deben al propio artista. Dos años
después empezó a comercializarse en el mercado una curiosa pieza de
merchandising directamente relacionada con El Fary y conocida
popularmente como El Carrofary, pequeña figurita de goma del cantante que fue diseñada para ser colgada en el espejo retrovisor de los automóviles.
En los últimos años, además de su actividad como
cantante, apadrinó y produjo a jóvenes promesas del mundo de la
canción, como es el caso de Javi Cantero, uno de sus hijos, y de Melody,
que fue muy popular con su primer disco, que contenía el éxito El baile de los gorilas
(2001). A principios de 2007, tras diagnosticársele el cáncer de pulmón
que le llevaría a la tumba, El Fary se retiró de la actividad
discográfica y de los escenarios. El mismo día de su muerte salió al
mercado una amplia antología de canciones de El Fary, un doble compacto
recopilatorio con sus mayores éxitos titulado Media verónica.
La capilla ardiente del popular cantante se
instaló en la sala 22 del tanatorio de la M-30 de Madrid y fueron muchas
las personas, tanto gente anónima como personalidades del mundillo
artístico e incluso de la política, que se acercaron a darle el último
adiós. Cabe destacar las palabras de la entonces ministra de Cultura del
gobierno español, Carmen Calvo, que manifestó que la muerte de El Fary
suponía “la pérdida de un personaje querido y popular”, alguien que
consiguió convertirse en “ese héroe popular que sale de un lugar común y
corriente, que ve cumplido su sueño de ser artista”. La ministra señaló
además el carácter del cantante, “un hombre lleno de coraje, bondadoso y
alegre”. Artistas ilustres como el cantante Antonio Carmona, miembro de
una importante estirpe de músicos flamencos, no dudó en señalar a El
Fary como “un gran amigo y un genio del flamenco”.
Hombre afable, cariñoso y simpático, se definía a
sí mismo como “chiquito pero matón”, en referencia al éxito con las
mujeres del que alardeaba y que decía haber tenido siempre a pesar de su
físico. Es conocida la historia, referida por el propio cantante en
diversas ocasiones, de su supuesta aventura con Ava Gardner, a la que
acompañó al hotel en que ésta se alojaba a su paso por Madrid durante la
época en que trabajaba como taxista. En el momento de morir, El Fary
estaba casado con Concha Olmedillo, con quien había tenido dos hijos,
Javier y Raúl. El cantante tenía otros dos hijos, Luis y Adela, de un
matrimonio anterior.
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